jueves, 17 de junio de 2010

CADA TANTO

Nunca me han gustado las sanguijuelas, nunca me ha gustado darme cuenta de que estoy llevando una carga cuando ya la estoy llevando. Desafortunadamente cuando uno se sumerge en el agua corre el peligro de que eso pase, además parece haber una especie de sanguijuelas camaleónicas que sacan mayor provecho porque mientras se alimentan tienen otra apariencia y cuando te das cuenta dices: Mierda, me siento como débil. Mierda, se me pegó una sanguijuela. Mierda y ahora como me la quito. Mierda, sanguijuela no te quiero hacer daño. Después la sanguijuela se va pero te deja un poco herido, un poco débil y maltrecho por habértela quitado tratando de minimizar el daño. Cada tanto se me pega una sanguijuela.

Me escapé de mi escape

y aquí estoy.

Pensando que escapar

no es de cobardes.

TIEMPO


Es como contar hacia atrás esperando que la anestesia haga efecto, empezar sintiendo mucho sabiendo que al terminar no se va a sentir nada.

No se siente dolor pero tampoco placer, por eso es mejor la anestesia local.


Además se conserva la lucidez.

jueves, 3 de junio de 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

Hombrecito gris


No solo gris sino además hombrecito, pequeño y gris, insignificante y aburrido.

El color neutro que contrastaba con otra vida, un gris que se conoce y una mancha de colores.

El color plano y el gris corrugado, el color deslumbrado con su propio brillo y el gris ensimismado en su textura.

El frio gris del invierno y el bochornoso color del verano.


Tal vez el hombrecito gris sigue siendo gris pero se siente de colores.